Pasos para elaborar un plan de limpieza y desinfección

Cuando elaboramos un protocolo de limpieza en escuelas, lo principal es hacer un inventario de todos los equipos y objetos de los que disponga, ya que serán los que vayamos a desinfectar. En este documento hay que precisar la naturaleza de los materiales que los componen.

Asimismo, es importante incluir otros detalles como la composición química de la suciedad acumulada, los desinfectantes que se van a emplear o si existe algún riesgo durante el proceso que haya que prevenir. Por ejemplo, durante las ozonizaciones es obligatorio abandonar el espacio sobre el que trabajamos hasta que el compuesto se haya esfumado por completo.

Dentro de este plan global es donde se elabora el protocolo de limpieza en escuelas, en el cuarto paso, así como unos registros de control en último lugar que verifique el trabajo realizado y su supervisión.

llevar a cabo la limpieza en las escuelas

La buena higiene personal de cada una de las personas que vayan al colegio, tanto trabajadores como alumnos, es el primer paso para favorecer a que un protocolo de limpieza en escuelas se lleve a cabo de manera satisfactoria. La limpieza y la desinfección se realizan como procesos separados y para cumplir con objetivos diferentes, pero complementarios.

En primer lugar, efectuamos la limpieza para retirar todos los restos e impurezas de las superficies barriendo y aplicando productos básicos de limpieza. Es importante tener en cuenta que el hecho de realizar solo este proceso no acaba con los gérmenes, pero sí ayuda a reducirlos. No es un proceso complicado ni costoso, por lo que conviene hacerlo con bastante asiduidad.

Por otra parte, está la sanitización de todo el complejo. Esta es la labor que nos permite matar y acabar por completo con las bacterias para lograr un entorno a prueba de microorganismos o virus perjudiciales para la salud de los niños y el resto del personal. Se trata del paso definitivo para desinfectar incluso aquellos lugares más complicados para la labor humana gracias a la efectividad de nuestras máquinas y productos.

Este segundo paso es clave dentro del protocolo de limpieza en escuelas y consiste en aplicar productos químicos con técnicas tan eficaces como la desinfección con ozono, un compuesto muy potente contra los microorganismos y los malos olores. Otros productos de gran utilidad son el cloro, la lejía o el alcohol, pero la ozonización es lo que mejores resultados garantiza y por precios realmente económicos.