Las organizaciones internacionales de medicamentos han propuesto la clasificación para denotar a las áreas especiales de laboratorios, y así determinar su grado de limpieza con base en presencia de microorganismos en el ambiente y superficies. El grado A significa la zona más limpia y la D, la que menos es. El tamaño y concentración de esas partículas es lo que se debe monitorear en todo momento.
El eje central para la clasificación y control radica en las concentraciones de cargas microbianas. En ese sentido, áreas de hospital, laboratorios de análisis clínicos y áreas industriales para la producción y almacenamiento de medicamentos, son los principales objetos de estudio de las organizaciones.
Dentro de dichos entes públicos y privados, lo que primordialmente se estudia es la efectiva eliminación de microorganismos ambientales y los que están postrados en superficies, a través de un servicio de limpieza y sanitización industrial y de laboratorios. Dependiendo de su efectividad en tales procesos, se podrá vincular una presencia de microbios y contaminantes con transmisión de enfermedades e incluso, con la contaminación que genera las máquinas de producción de medicamentos o productos de farmacia en general.
Esto es particularmente complicado para los laboratorios de microbiología farmacéutica, al tratar de determinar con exactitud las concentraciones microbianas y sus limitaciones, sobre todo cuando los estudios se enfocan en superficies. Aun así, es esencial este tipo de trabajo, para establecer sus límites aceptables en laboratorios y áreas industriales de producción.
Para sacar datos más precisos de presencia de microorganismos y otros contaminantes, las diferentes empresas en el rubro farmacéutico y de análisis clínicos, se deben dar a la tarea de revisar concienzudamente a las distintas superficies en tales recintos, así como en las cabinas de seguridad y las diferentes áreas de salas blancas, para una mejor comprensión de la concentración de material particulado.
Para esas pruebas, es necesario recurrir a procesos de sanitización en laboratorios, que pueden ser ejecutados por servicios especializados de limpieza industrial.
Dependiendo de los procedimientos, la desinfección en laboratorios se puede dar por medio de vapor de agua, así como uso de distintos desinfectantes, como hipoclorito de sodio, alcohol etílico, entre otras soluciones, dependiendo de las necesidades en el programa de muestreo. Ya después, se podrán ver los resultados, que son realmente diferenciales en un antes y después de la sanitización de superficies.
Empresas responsables del sector microbiológico y farmacéutico, se han dado a la tarea de aplicar métodos para comprobar la concentración de material particulado y concentraciones microbianas, antes y después de la limpieza y desinfección de superficies; las pruebas que se suelen usar es por hisopos o placas de muestra.
En algunos resultados, se ha observado que la concentración microbiana es baja, antes de la higienización, por lo que al hacer esta, los resultados arrojan concentraciones mucho más bajas, permitiendo así, que las clasificaciones en todas sus áreas, sean de un estándar de calidad grado A o B, cuyos valores de límites recomendados de contaminación, permiten que esas empresas industriales, laboren de forma más segura, sin el riesgo de tener penalizaciones que les hagan revocar sus credenciales o certificados. Obviamente los resultados tienen que estar plasmados en tablas que especifiquen superficies, puntos de chequeo, tipos de contaminante y las concentraciones de estos.
Ahora, es importante saber que estos procesos deben ser periódicos, porque las organizaciones internacionales de salud y de fármacos, están constantemente evolucionando en sus investigaciones, y más con las pandemias que se viven y las que pudieran estar por llegar. En ese sentido, los servicios de limpieza y desinfección industrial, siempre deben ser la herramienta de salud y seguridad para laboratorios e industrias de productos microbiológicos y farmacéuticos.